El Criadero del Zembo es un lugar espectacular para pasar un buen fin de semana: comida frasca y rica, campos para correr, lago, criadero de truchas y mucho bosque.
Está situado a unos 15 minutos del centro de Huasca. Si estás frente a la iglesia principal, puedes ver los señalamientos para llegar hasta el lugar.
Ahí empezamos a bajar por un camino empedrado hasta llegar al criadero de el Zembo. El costo fue de 20 pesos por coche y lo primero que vimos a lo lejos fue un tranquilo lago.
Ahí fuimos al criadero donde se reproduce la trucha arcoiris. Ahí las puedes alimentar y ver cómo es que viven estos peces. Los niños con los que íbamos (La marabunta de sobrinos) estaban fascinados viendo como es que se desarrollaba la vida en los diferentes estanques.
Salimos del lugar y enfrente tuvimos más de media docena de opciones para comer, pero todas preparan la fresca trucha arcoíris. Yo pedí una trucha en chipotle y es uno de los mejores platillos de ese tipo que he comido.
Terminando de comer paseamos y disfrutamos de los columpios que ofrece el ejido, donde pude regresar a mi infancia. el miedo de caer al agua es inversamente proporcional con el éxtasis de estar en el aire.
El Zembo tiene la opción de acampar pero no la utilicé. Ahí vimos a un grupo de personas que disfrutaban del aire fresco y que se disponían a dormir en 5 casas de campaña.
El Zembo representó para mi la opción para estar tranquilo, vivir un excelente ambiente familiar y a un módico precio. (Pagamos 2300 pesos por la comida de 20 personas y algunos con cheve y jarrito loco).
